Parece que lo estuvieran esperando pasar por el pasillo, a un macho fuerte y grande con buena boca y labios gruesos para chupar pollas. Saben reconocerlo en cuanto pasa por delante y se frotan los paquetes sin disimular la trempera. El grupito de chavales mega pollones no ha tenido que esperar mucho tiempo en el boyberry de barcelona para que llegase un valiente adecuado a sus necesidades. Ya han probado todo tipo de bocas y saben que las de los niñatos no son suficientes para ellos, necesitan una garganta profunda, un tio que se las coma hasta los huevos, hasta meterle los pelos de la polla por la boca.
Encerrado en el glory hole, Louis Ricaute se agacha mirando por los amplios agujeros. No son como los de los baños en los que ha estado donde apenas cabía rabo, aquí son grandes para satisfacer a chicos de cualquier estatura y para permitir enseñar algo más que polla, permiten hacer una buena calzada de huevos con la mano y agachar la boca para lamerlos enteritos.
El rabo que se cuela por el primer agujero ya está tieso. Guiado por un capullo tan grueso como la polla, hace un buen recorrido hasta que se deja las caderas pegadas a la madera. Este se ha rasurado los pelos que le quedan de puta madre. No era necesario porque ya la tiene grande, pero los pelillos en punta serán la guinda final para los labios de cualquier boca que se atreva a llegar hasta el final. Quizá hasta se los ha cortado con esa intención.
Saboreando las delicias del primero, escucha movimiento en el agujero de al lado y lo que ve salir le abre el culo, la boca y todo el apetito, un pedazo pollón curvado que sale mirando hacia su dirección. Como lo tiene a tiro, sólo necesita abrir la boca y ya lo tiene dentro. Lo agarra con la mano de la base para notar la dureza y sentir el calorcito que desprende, se lo come y le deja las babas, lo suelta para admirar cómo rebota de lado a lado. Como salgan más zanahorias como esa, se le va a abrir el culo como a un conejo.
Con las dos porras agarradas con las manos y pajeando, se siente poderoso y cada vez más cachondo. Igual que a los pavos antes de Navidad, sabe que a cada calada que pega las está cebando de leche y eso le encanta. El trabajo y la atención se le multiplican por dos. Pronto aprende que no es buena idea dejar a una sin acariciar con las manos o con la lengua, si lo hace se rebotan y se ponen a reclamar su atención, algo normal después de haber sucumbido a los placeres de un hueco calentito donde meterse.
Esos chavales sólo esperaban una rica mamada, pero Louis les va a regalar algo más que no esperan. Seguro que detrás de los agujeros se están mirando entre ellos sorprendidos cuando Louis se levanta, se pone de espaldas cogiendo con la mano la polla curvada y gigante del más pollón y sin condón ni nada se la mete por el culo hasta tenerla toda dentro. Al otro chaval le va a explorar el capullo cuando su compi le hace señas de que se lo está follando, pero antes de que pueda reclamar su parte, ya nota una mano acariciando su tronco y entrando bien apretadita por un ojete que le deja los ojos en blanco.
Qué más quisieran ellos que cruzar la puerta y bombearle al ritmo de las caderas, pero estando así no les queda más remedio que acoplar bien esas caderas a la madera sacando el máximo de polla posible y disfrutar de una autofollada. Louis va pasando de uno a otro insertándose los rabos hasta los huevos completamente a pelo. Son tan gordas que entran y salen como diosas por ese culo. Cuando se las saca se quedan colgando y rebotando entre sus piernas, justo al final de la raja del culo, con un cosquilleo placentero que le deja el culo abierto para la siguiente.
Ahora que ya ha cargado las balas en las pistolas, se sienta a hacer el gamberro. La primera que desarma es la polla curvada y gigante (de Koldo Goran, yo creo que sí, es inconfundible ese pollón). La descapulla una y otra vez a una velocidad constante hasta que nota un chorrazo de nata cubriéndole desde el bigote hasta la barbilla. Reboza su jeta como un guarrete en ese pollón del que sigue saliendo leche que le pringa los morros y la nariz y se mete el rabo en la boca para chupar las sobras.
Ahí la deja corrida y colgando del agujero y con los morros sucios se va a por la siguiente. Seguro que al ser colegas no les importará compartir lefa. La pajea con ganas esperando recibir en la cara, pero esta se corre de forma distinta y en lugar de soltar chorrazos empieza a brotar semen de la raja que va inundando todo el capullo. Antes de que caiga al suelo, Louis pone la lengua y le chupa toda la nata, después vuelve a rebozar la polla por su cara dejándose blanca la comisura de los labios, haciendo un gesto con la cara al notar el saborcito primero amargo pero después dulce que inunda su boca.
Parece que estos chavales han sido rápidos enviando mensajes a otros colegas, porque aún pegando las últimas chupadas al pollón, otros dos rabos gigantes se cuelan por otros dos agujeros. Louis mejor va sacando su móvil también para decir que llegará un poco más tarde de lo que tenía pensado. Esa tarde se presenta muy pero que muy larga, gorda y con lluvia.
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