En cuanto escucho ruido en la habitación de al lado, la de mi compañero de piso Axel Garcia, me despierto, y sólo con imaginar lo que voy a ver se me pone dura. Escucho el sonido de la ducha caer. Espero un rato, suficiente como para que salga el agua caliente, entonces me levanto y abro una rendija en la puerta del baño para ver cómo se ducha. No se da cuenta, el ruido del agua amortigua cualquier sonido.
Me magreo el paquete por encima de los calzones observando su cuerpazo de espaldas, sus tatus, su culo. Es cuando se da la vuelta, con el rabo colgando con su capucha puesta, el agua resbalando por su cuerpo, por su picha, com si estuviera echando una meada, cuando se me pone tiesa del todo y tengo que estirar hacia afuera la tela de los calzones para amoldar las nuevas dimensiones de mi pito dentro de los gayumbos.
El agua caliente y el vaho van haciendo de las suyas, expandiendo lo ya de por sí grande. El pito antes flácido y de tamaño normal va cogiendo forma y estriándose. Levanta los brazos para lavarse la cara y la cabeza y se me antojan sus pectorales, sus sobacos, sus firmes biceps. Se agacha a por el gel de baño y además de su raja veo colgando entre sus piernas su minga y sus pelotas. Me chifla ver a un tio así dejando todo a la vista.
Se esparce el jabón por encima y se detiene en sus atributos. La polla comienza a ponérsele morcillona con cada toque. Cuando se la suelta puedo ver que ya empieza a estar ligeramente inclinada hacia adelante. Juega con ella, a zarandearla , a hacer el molinillo, a recrearse con su tamaño. Se aclara el cuerpo de jabón y se masturba. Sé que le quedan unos cinco minutos o menos para salir del baño y vestirse antes de salir al curro.
Yo tampoco voy a necesitar más para correrme a la vez que él. Se acerca al lavabo cascándose la polla, veo cómo sufre de gusto haciéndose la paja, cómo se estremece de placer apretándose el largo pollón con el puño. Lo suelta todo junto al lavabo. Justo acabo de meter la mano por debajo de los calzones y los he llenado de lefa. Vuelvo a mi cama y espero a escuchar la puerta y el cerrojo. Entonces acudo al baño y paso la lengua en la zona donde se ha corrido. Se me vuelve a poner dura y me casco otra en su honor, con toda su leche dentro de mi boca.
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