Lo hemos visto muchas veces en Pekin Express, que hay un tipo de lenguaje universal que cruza fronteras entre los seres humanos y no es necesario conocer un idioma concreto para poder entenderse por gestos y de otras formas sin pronunciar una sola palabra. Es algo parecido a lo que tuvo que hacer el director Bentley Race con los dos chavales gemelos llamados Elek y Luca, a los que conoció tras su estancia el finde en Budapest. Lo único que sabía era que eran gemelos de 22 años, que son gays y que querían modelar dando un pasito más allá.
Mientras les hacía fotos y se iban quitando ropa, pensó que quizá de un momento a otro se encontraría fotografiando a los dos hermanos pegándose el lote y se le puso bien dura imaginando, pero no lo hicieron, así que aprovechó que la tenía a reventar y se la sacó delante de ellos para que se la chupasen y pajeasen. Tener una boca comiéndote el rabo ya es maravilloso, tener dos ya es la hostia, una dándole a los huevos y la otra a la barra o las dos recorriéndote la manguera, pero tener dos bocas de dos hermanos compartiendo tu polla es ya la rehostia puta.
Para el director, a pesar de la cantidad de vídeos que había grabado con otros modelos, era la primera vez que se la chupaban a dobles y Elek fue el primero en metérsela en la boca. Con el tonteo al final acabaron los tres despelotados en la habitación con los rabos en alto como banderas y el pollón de Bentley Race acabó bien brillante gracias a estos dos perracos.