Hora de ponerse limpitos! Cómo me gustaría poder ser el entrenador y asistente del australiano Hunter Jones, acompañarle hasta la bañera, quitarle el albornoz mientras se mete dentro y ponerme bien cachondo viéndolo de espaldas, quitándose el sleep y dejando a la vista un hermoso y redondeado culo peludito. Unas vistas que tendría que sufrir sin poder echarle las dos manos sobre el trasero y pegarme el gustazo de hundir mi polla entre ellos.
El mismo sufrimiento que viéndole retozar en el agua, con el pollón gordo en modo periscopio y un buen par de pelotas también hacia arriba, todo el poder masculino elevado a la máxima potencia por el poder del agua. Saliendo de la bañera con el rabo empalmado, los pelos de los huevos mojados por los que todavía resbalaría el agua. Le pondría la toalla después de secarle y poner énfasis en sus partes nobles, notando ese gran bulto, rozándolo bien con la mano en una breve y leve pajilla que es lo que me gustaría hacerle.