Es martes por la mañana y Koldo Goran se ha levantado más borrico que toas las cosas. Ni la meada mañanera le rebaja el empalme que lleva encima y ya se hizo una paja anoche, no era cuestión de hacerse otra y más cuando su compañero de piso estaría a punto de levantarse, que si se la ve lo mismo se le antoja. Quemas calorías en la sala chula del gym que se han preparado seguro que le ayudará a dejar de pensar en pollas y culos, por lo menos hasta que se meta en la ducha.
Mira, si antes piensa en él antes aparece Faruk Barron, su compañero, un chulazo imponente. Parece que los dos han tenido la misma idea, aunque pronto se dan cuenta de que ha sido una mala idea. Koldo no puede disimular lo que se trae entre las piernas, es demasiado grande como para ocultarlo a la vista y tampoco ayuda el hecho de que Faruk se haya presentado allí sin camiseta, con el pantalón medio bajado, dejando al descubierto que lo que llevan no son unos calzoncillos normales, sino de los que van descubiertos por detrás para facilitar que te follen el culo.
Los músculos en acción, los gemidos de esfuerzo levantando pesas, el calor de macho que va impregnando el ambiente, Faruk sin quitarle ojo del paquete, insinuándose delante de él, doblando la espalda hacia delante y dándole el culo mientras practica su rutina con las mancuernas. Demasiado para Koldo, que no aguanta más y la saca a paseo. Parece que era lo que el muy cerdo de Faruk quería, porque nada más vérsela se dio media vuelta, se agachó y empezó a llenarse la boca de rabo.
Normalmente todos los tios se la comían con muchas ganas, era un don que la naturaleza le había dado, pero lo de este era tremendo. Además qué guapito, disfrutar de esa cara de macho con ojitos de cachorro desde arriba mamándote la polla, casi te hacía liberar los cojones. El muy cerdaco dejó que se lo follase sin condón, metiéndole la mancuerna a pelo calentita, así tal cual estaba de pie. Joder cómo tragaba ese ojete, se ve que se había estado preparando con ese dildo gigante que una vez descubrió en el armario, por si esta ocasión llegaba.
Koldo se pajeó delante de su cara. El tio abrió la boca de par en par, esperando el desayuno que aún no se habían tomado. De primeras se llevó un buen chorrazo que le pringó la jeta, pero los siguientes cayeron directos dentro de su boquita, posándose encima de su lengua. Descarga tras descarga le llenó la boca de semen y Faruk se sintió orgulloso abriendo y cerrando la boca, mostrando la lefa en su interior, proteína pura para conseguir una buena musculatura.