Para ser un power bottom hay que tener muchas cualidades y la primera de ellas es tener un culito tan guapo que cuando te bajas los calzones y lo pones en pompa, todas las pollas de los tios de un kilómetro a la redonda se pongan tiesas y estén deseando enfilarlo hasta deslecharse dentro. Debe tener una rajita suculenta y tan adorable que uno se pierda con los morros dentro, a su calorcito, saboreando el agujerito que va reaccionando al contacto con la lengua. Otra de las cualidades es que debe ser aparentemente estrechito, ya sea grande o pequeño, pero con un ojete que al power action man que te va a penetrar le dé la sensación de que cuando te la va a empuñar dentro vaya a costar hacerlo. Y es que por naturaleza somos burros, no hay mayor recompansa que ser cabezones, empeñarse en colar el círculo donde sólo hay hueco para un triángulo y aún así ver cómo el triángulo cede y se convierte en círculo. Pues esto es igualito, el follador quiere reventar ese culo, hacerlo a su diámetro y saber que es dueño de tu ojete para siempre.

Eso principalmente, pero después hay otras cosas que hacen a un power bottom más deseable, como ocurre con el jovencito Ronny, como que es guapete y un vicioso al que le encanta además devorarse las pollas y colárselas hasta la mismísima garganta, preparándolas y poniéndolas bien duras para que después las pueda sentir mucho mejor por detrás. Eso de ser un pequeño cabroncete juguetón no pasa desapercibido. Koldo Goran lo puede comprobar bien cuando le coge la manguera por primera vez. La tiene grande, enorme, pero ya al lado de ese chavalín, la pollaza entre sus manos parece descomunal y eso le pone más burro y cachondo, porque sabe que su polla lo va a disfrutar doble.

Lejos de amedrentarse ante el tamaño, Ronny es todo un chupapollas de campeonato, se las coge como plátanos y el cabrón sin mediar palabra ni titubear baja la cabeza y se las traga por completo hasta posar los labios en los cojones. La primera vez que lo hace, Koldo tiene que incorporarse en la cama y retraer un poco el culete para echar el rabo atrás. Uno está acostumbrado a penetrar huecos estrechos, pero no tanto como la garganta de un chavalito, que la cosa acaba de empezar y no es momento de ir preñando boquitas a las primeras de cambio, hay que dar el DO de macho.

Por más que miro ese pedazo de pollón gigante y la cabeza, no me explico cómo cojones se la puede tragar entera, la madre que lo parió, si para poder hacerlo se la tiene que comer hasta traspasarle el esófago entero, debe ser flipante. A la segunda vez y siguientes, Koldo deja que el niñato se la coma sin echar marcha atrás, ya que la quiere entera, pues toma polla entera y derecha de hombre. La misma sensación se me pasa por la cabeza al ver a un chicarrón tan alto y grandote como Koldo, con su magnífica polla apuntando y descansando sobre el trasero de Ronny, húmedo tras haberle chupado el ojete. ¿Cómo hostias putas va a entrar ese pedazo rabo en un agujero tan estrecho?

Para allanar el camino, Ronny se la vuelve a comer con mucho cariño. Le chupa la barra con la lengua, se la mete dentro de la boca y atrae hacia sus labios los cojones que se quedan fuera por poco. Se da de hostias en la cara con el rabo entre las manos y con todo el saborcito a polla de hombre, sube hasta los morros de su dueño y le besa. Los dos van por turnos humedeciéndose las partes de su anatomía que en breve se encontrarán en batalla. Ronny impide que el rabo se le quede blando y Koldo le agujerea el culito con la lengua para abrir hueco.

Para que ambos puedan divertirse a la vez, nada mejor que el 69, pero no el típico de tumbarse de lado en la cama y chupar las partes del otro o lo que les salga del nabo, que va, Koldo hace alarde de su fuerza y coge al muchacho en volandas que se queda en verticar boca abajo gozando de la comida de culo que le están metiendo arriba mientras él se dedica a llenarse la boca de rabo una vez más.

Sin perder tiempo ni en ir a la cartera para sacar un condón y ponérselo, Koldo lo pone a cuatro patas sobre la cama y le mete toda la polla completamente a pelo. Entonces el culito que parecía estrecho deja de serlo y se traga nada menos que un cacho pollón de más de seis centímetros de diámetro por el culo. Se lo folla tan fuerte que le hace bailar el rabo entre las piernas a cada empotrada salvaje.

Empezó de pie dándole por culo, pero poco a poco y con el gustillo, terminan los dos encima de la cama y Koldo consigue a base de una enculada tras otra dejarlo tumbado encima de ella, totalmente dueño de su trasero. A Koldo le mola sentir a un tio de cerca cuando se lo folla, acerca la cara y se alimenta de sus gemidos y de los gestos de su cara, cuando se la mete a Ronny boca arriba, le pringa de saliva echándole una hilera dentro de la boca, dejándola colgando para compartirla entre los dos, saca al animal guarrete y más cerdo que lleva dentro. Él sabe, por el tamaño de su rabo, que está haciendo un buen trabajo ahí abajo, tan solo se dedica a completarlo con guarradas por arriba.

Koldo va a machacarlo en plan cabrón como el malote del patio del colegio y lo fostia a pollazos. “De qué te quejas si eres tú el que me la ha puesto así de dura” – le dice y con razón al escucharle quejarse y gemir tanto. Ante tal verdad a Ronny no le queda más remedio que callarse la boca y seguir disfrutando de los pollazos que le mete. Es lo que tiene ser un power bottom, que picha que has puesto dura, ya no para hasta vaciarse los cojones.

Vicioso pero con mucho cariño, Ronny es puro amor, la forma con la que agarra con su mano la base del rabo y lo conduce hasta su agujerito es magistral, se nota que le gustan así de grandes y sabe cómo manejarlas. Koldo ya ve ese culazo tan penetrable que se pone en dirección contraria a Ronny y le hace una penetración reversible encajándole la polla en dirección opuesta. Esto da otro tipo de placer a Ronny que, acostumbrado a que se la metan del derecho, ahora puede sentir cómo un pollón le roza partes de su cuerpo que nunca le habían rozado antes. Y a juzgar por cómo se retuerce en la cama, debe estar sintiendo algo flipante.

Jooder, anda que no molaría despertarse y encontrar un Koldo en mi cama, así con la cara de tio guapo y barbita y semejante pollón, despertarle y hacerle de todo hasta que cuando se levante de la cama vaya chorreando lefa por la punta de la polla. El masaje que le propicia a Ronny con la polla dentro del culo es tan bestial que el chavalín sin querer termina corriéndose y brotándole leche del rabo. Se da la vuelta, le ofrece el culito y Koldo enfila la metralleta por el ojete a toda velocidad hasta que nota el gustillo, entonces se saca el arma, deposita un poco de lefa blanquita sobre la raja y el agujero hasta taponárselo y acto seguido se la vuelve a meter desplazando todo el semen que va cayendo a borbotones y pegándole las últimas preñadas dentro. Menuda preñadita de culo tan guapa, lo que se merece.

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