Las primeras impresiones no son siempre las más acertadas. Que un tio machote y atractivo como Jean Franko esté detrás de una barra de un garito, semidesnudo, ataviado con pantalones y tirantes de cuero, no significa que esté siempre con ganas de guerra buscando un culito caliente donde meter la polla. Al igual que otro machote engalanado con traje y corbata como Paco, no quiere decir que siempre vaya de punta en blanco, que sea el galán de los sueños de las mujeres, ni que sea uno de esos angelitos vírgenes que prometa no meterla hasta el matrimonio.
Aquí lo mejor para comprobar que las primeras impresiones fallan, es pasarse un rato por el bareto más famoso del callejón de los perracos, el lugar donde se dan cita hombretones de toda índole, desde moteros hasta currelas que todavía llevan el casco de la obra puesto y la camiseta blanca de tirantes todo sudados, desde gogós hasta chavalitos que recién han cumplido los dieciocho en busca de nuevas aventuras con las que siempre han fantaseado, desde dj’s hasta ejecutivos. Un lugar donde, después de unas copitas, todos terminan poniéndose al mismo nivel, perdiendo la ropa de camino al baño de chicos y quedándose al descubierto como lo que son, auténticos machos desosos de follarse todo lo que se ponga por delante.
Avance de “First Impressions”
Como barman, Jean Franko ya está acostumbrado a ver este tipo de situaciones y cuando alguno le mola, lo corteja hasta que le infla el culo a pollazos. Con Paco no sabe muy bien quién está cortejando a quién, sobre todo después de ver cómo el tio, que viene de traje, agarra un cutter, se raja los pantalones quedándose en paños menores, se agacha, le saca el rabo por la bragueta y se pone mamarla.
Con el calentón que se pilla Jean Franko, no llegan al baño, es más, se quedan en la misma barra del bar, donde hace que Paco le abra su inmenso culazo colocando las rodillas en cada uno de los taburetes. Los gemidos que pega el jodío cada vez que le da un repaso con la lengua por el ojete, hacen que Jean esté deseando metérsela. A la mierda si entran nuevos clientes, que se recreen la vista si quieren mientras se lo folla ahí suspendido entre las sillas con toda su polla dentro o tirados por el suelo con Paco insertándose todo el tronco por su jugoso culazo.
