Si te vas a poner a darle un masaje a un amigo, ten en cuenta cosas que te pueden suceder y ve prevenido, a no ser que sepas a lo que vas y lo quieras hacer a posta. Lo primero es que el roce hace el cariño y no lo digo solo por el hecho de que las manos vayan resbalando más allá por debajo donde la espalda pierde su nombre, sino por la postura que vayas a elegir para hacer las friegas, porque si eliges sentarte encima del trasero, tu entrepierna se puede encariñar con el roce del culete y la liamos parda.
Después debes tener cuidado con dónde pones las manos. Si echas demasiado aceite corporal y estás amasando el trasero, al final corres el riesgo de que una de ellas se te escurra hacia abajo y te tropieces con lo que estabas deseando, el tacto de unas buenas pelotas o, si el chico la tiene larga y se está poniendo cachondón, el tacto de una polla morcillona con todo su prepucio gordo y muy probablemente aparte de aceite en las manos te lleves algo blanco pegado.
Y por último moderación, mucha moderación. Si no vas con la intención, no sucumbas al tio buenorro y guaperas que tienes tumbado boca abajo, por mucho que tenga los ojos verdes y te lo quieras comer enterito, no cometas el error de abrirle demasiado la raja del culo ni te detengas demasiado tiempo a observar su ojete, porque si no tu picha se volverá loca perdía, te pedirá guerra y convertirás el masaje en una paja, dejarás la sala con ropa sucia tirada por el suelo y con alguna salpicadura de leche. Aprende de los errores de Jeffrey Lloyd y Steve Hard. No despiertes a la bestia si no quieres meterte en problemas.
FULL SCENE JEFFREY LLOYD AND STEVE HARD AT TWINKSINSHORTS.COM
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