Culo veo, culo quiero. Parece que los rumores de que dejan follar en los alrededores del famoso Castillo están corriendo como la pólvora y cada vez más fans de los Kinky Angels se aventuran entre sus lindes con la intención de emular aquella escena mítica de la peli de las joyas montando orgías en una cama a la intemperie.
Los de seguridad no dan a basto. Cuando intentan impedir la entrada a un grupo de valientes folladores, otro se les cuela sin que se den cuenta. Es más, algún que otro guardia ha caído en las redes de los más mamones y todo por dejarse hacer una chupadita a varias bocas y llenar caritas de leche.
Y así es como Jeff Mirren, Roald Ekberg, Helmut Huxley y Marcel Gassion consiguieron llegar con su colchón al patio del castillo, después de aplicarse bien mamando el gordo pollón del guardia. Un pollón que lo que consiguió fue abrirles más el apetito, tanto que, al ponerse a follar los cuatro antes de dar y dejarse dar por culo de dos en dos, alguno se metió la polla larga del compi hasta más allá de la garganta y como si nada, sin lágrimas y sin ahogarse.
El chupinazo vino al final, cuando empezaron a correr sus vergas con caras y culos a tiro que dejaron vestidos de blanco. Armaron una doble fiesta de folleteo y todavía con el semen deslizándose entre sus piernas, comenzaron a mandar mensajes de texto por el móvil a todos los conocidos: “Pasad por el lado este, el guarda que tiene lamparones en la bragueta“.