Dos guaperas rubiales de ojos claros que desatan pasiones cuando te clavan la mirada y más cuando descubren sus más que generosas pollas. Tú decides si prefieres al chulazo de Christian Lundgren, el príncipe azul recién salido de un cuento y a su rabo cabezón y venoso que cae por su propio peso o al atractivo machote juvenil Ian Roebuck, con sus sonrisa infantil y tierna y una verga para tirarse horas succionándole el capullo.
El fotógrafo Rick Day ha exprimido todo su potencial llevándoles a diferentes lugares del Castillo Kinky Angelo. A Ian se lo ha llevado a una de las estancias con ropa y poco a poco ha ido quitándosela de encima hasta dejarlo completamente desnudo recién salido dle baño. Nadie luce como él entre los chicos Bel Ami una pelambrera en la base del rabo.
Con Christian, Rick despierta el lado más kinky que llevamos dentro. Lo conduce hasta la parte trasera, esa que nadie visita, que sirve de meadero para tios y donde un mirón se pondría las botas viendo desfilar pollas. De ver aparecer a este rubito, a buen recaudo no saldría de allí sin el culito abierto y el cuerpo regado en lefa de varios machos.
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