Hace mucho tiempo, en una galaxia muy lejana…
Después de entrar en una de las naves del Imperio, el grupo se disuelve. Han es capturado cuando trataba de manipular uno de los paneles de control. Dos soldados escoltan al prisionero hasta la cámara de interrogatorios, donde Vader le está esperando…
En los anales de la historia de las galaxias ya quedó contada la cantidad de seres extraños con los que Dennis West Han Solo había follado a lo largo y ancho de los mundos en sus viajes espaciales, pero jamás hubiera imaginado que uno de los seres más oscuros de la galaxia le iba a dar tanto por culo, por culo literalmente, no torpedeando sus naves cada dos por tres que eso ya lo hace todo el rato y se le da de puta madre, sino dar por culo de sacar la espada láser de la bragueta y meterle la picha hasta los confines del universo de su ojete.
Mientras los soldados le escoltan hasta la cámara, por la mente de Han Solo había pasado la pregunta de cómo descargaría los huevos el malísimo de Darth Vader, si siempre estaba maquinando conspiraciones, enfundado en su traje negro y con esa máscara asfixiante, ¿descargaría la rabia de su rabo en la armada imperial a sus ódenes? También le asaltaba otra duda que lo ponía cachondo y tenía que hacer esfuerzos para que la tienda de campaña que se le montaba no la notasen sus compañeros de tripulación cuando lo pensaba. ¿Cómo tendría la polla de grande? ¿Sería un falo gigante y de color negro como su traje? ¿Tendría un rabo mecánico o sería como el del resto de seres mortales?
El suspiro característico amortiguado por la máscara inundó la sala. Pudo sentir detrás de él el aire desplazado por su capa negra y con un gesto retiró a los guardias. El ser oscuro y el piloto más brillante de la galaxia, después de tantas batallas distanciados por el espacio vacío y las estrellas, por fin juntos cara a cara, tan sólo separados por aquella máscara que le impedía comer pollas. Él no podría, pero Han Solo sí. Juró venganza, pero antes decidió dar cuartelillo a su rival y también algo de gusto a sí mismo, descubriendo la auténtica joya que Vader tenía entre las piernas.
Nunca la había imaginado así. Pudo descubrir un pollón gigante del color normal de polla de ser humano, no era verde ni negra como pensaba. Sin apenas tocarla pudo admirar la fuerza con la que se le empinaba hacia arriba, casi formando ángulo en paralelo con su torso dentro del traje negro. Y gorda, muy gorda, de una sola pieza, un tronco tan grueso como el cabezón de su polla, sin una sola irregularidad, con la piel dejando paso al glande sin apenas notarse que eran dos cosas distintas, apenas por el color del cipote que ya se le estaba hinchando más de lo normal.
Han Solo se la cogió rodeando la base haciendo un círculo entre su dedo pulgar e índice unidos, marcándose un tope hasta el que chupar. Era tan gorda la puta polla que ni siquiera a base de chupetones y las ganas que tenía fue capaz de comérsela entera. Le echó mano en la entrepierna simulando cogerle los huevos, podía notárselos pero no tocárselos piel con piel, lo cual le hubiera encantado porque eran grandes y hermosos. Mientras chupaba algo llamó su atención, los cabrones de los guardias imperiales se estaban poniendo cachondos con la mamada y palpándose los paquetes sobre los que se dibujaban unas larguísimas y grandes pollas, la tenían tan dura que la tela cedía y estaban a punto de romperla con la punta del rabo.
Quizá en sus manos estuviera la clave para derrotarles a todos y aprovechó la nutritiva mamada para idear un plan. Su percepción no fallaba nunca, supo que Darth Vader había tenido a pocos hombres completamente desnudos delante de sus ojos, a juzgar por lo dura que tenía la polla antes de la mamadita y por cómo le daba un repaso con el rabo rebozándoselo por el paquete y por las piernas y el culo una vez se quedó a cuatro patas de espaldas y en pelotas.
El puto cabrón con lo frío de mente que era, que no le temblaba el pulso para disparar, al final tenía un buen rabo calentito entre las patas. Fue una sensación extraña para Dennis Han Solo notar el tacto de los guantes fríos y negros deslizándose por todo su cuerpo. Todo era tan artificial que se dedicó a concentrar toda su atención sobre lo único reconocible y realmente apetecible de esa sala que podía ver con los ojos sin estar oculto, el pollón gigante.
Los guantes que más de una vez no dudaron en pulsar el botón rojo para hundir su flota, ahora estaban cogiéndole el rabo y los huevos, insertándose por la cavidad de la raja y el hombre que tanto le había dado por culo por fin le dio por culo de verdad, metiéndole todo el sable gordo hasta el fondo. Le entraba tan apretada que parecía que el ojete le iba a estallar. Mira que las había tenido gordas, pero aquello era demasiado.
Había tenido detrás de él a hombres y seres que no paraban de decirle guarradas, que soltaban insoportables alaridos durante todo el rato que se la estaban metiendo, incluso algunos que mientras se lo follaban no paraban de soltar babas verdes que terminaban recorriéndole todo el cuerpo. Aún tenía en mente a los hombres del planeta de las plantas en que tuvo que hacer una parada de emergencia para arreglar los motores. A cambio de su estancia, no le quedó más remedio que ofrecer a todos su culo y su forma de follar era bastante peculiar, le metían un capullo gordo, depositaban una semilla dentro y empezaba a crecer dentro de él hasta que del culo le salían flores y plantas que decoraban todo su trasero. Echaba de menos los gemidos de un hombre susurrándole al oído, quizá algún día llegaría de nuevo, porque de momento lo único que podía escuchar era el inquietante suspiro de Vader tras la máscara.
A pesar de los siniestro que eso pudiera parecerle, consiguió no cerrar el culo y seguir aguantando las embestidas mientras echaba un vistazo a toda la sala y pensaba en la forma de joderles a todos. Después de todo, encima lo estaba disfrutando. El destino podría haber hecho que sin querer el rehén hubiera sido el propio hijo de Vader sin él saberlo, el que en ese momento estuviera sobre las pantorrillas de su padre, con un pie apoyado en uno de sus muslos y deslizando la polla hacia el interior de su culo, pero finalmente fue Han Solo quien pudo completar esa experiencia por su recién estrenado amigo, la de pajear el rabo de su papá con el ojete.
Con tanto salto, Dennis tuvo que agarrarse el rabo y los huevos, que los atributos del piloto eran también exageradamente grandes, pero pronto recibió ayuda enemiga, Vader le pasó el brazo por delante, le asió la polla y se la pajeó dulcemente. Mientras lo hacía, uno de los guardías se había sacado la pija y estaba proporcionándose una relajante paja con lo que veía en aquella sala. Eso le hizo follar con más ganas y saltar más fuerte sobre el pollón de Vader, porque significaba que el plan que tenía en su cabeza iba a ser un éxito seguro si todo salía bien.
Empalado sobre el trabuco de Vader, Dennis Han Solo se vino encima y se corrió sobre la pernera del traje apretándose bien su larguísima polla hasta que no le quedó ni una sola gota dentro. Arrodillado, el ser oscuro le hizo comérsela por última vez antes de volver a soltar esos inquietantes sonidos bajo la máscara y que esta vez fueron más pronunciados y seguidos debido a lo que estaba a punto de salir de la raja de su capullo. No salió nada de un color extraño, no salieron plantas ni balas, sino un buen chorretón blanco que le pringó el torso a Han Solo y que comenzó a brotar como una fuente cayendo como miel espesa, chorreando por sus guantes hasta el suelo. El saber que Vader tenía algo de hombre con lo que podía jugar, le supo ya a media victoria.
>> MIRA CÓMO DARTH VADER SE FOLLA A DENNIS WEST HAN SOLO EN MEN.COM
[jwplayer mediaid=”18003″]