Los dos australianos pero viviendo en diferentes ciudades, Jesse Carter y Dylan Anderson no se habían conocido antes, pero digamos que ya habían puesto sobre aviso a Bentley race de que a ambos les gustaría trabajar con el otro en algo más que una sesión de fotos y que los espectadores se pusieran cachondos, ya tú sabes. La cosa es que por estas pasadas fechas, los deseos se tenían que cumplir y el director lo hizo posible.
En principio iba a ser sólo una sesión de fotos con vídeo, pero los chavales empezaron a besarse, a desnudarse, continuaron comiéndose las pollas y el jefe se quedó de sujetavelas grabando todo con la cámara, alucinando cuando empezaron a lubricarse los ojetes con saliva y a follarse el uno al otro. Una muy buena forma de finalizar el pasado año que ahora nos trae a los seguidores de su web.