Un par de compañeros de piso sin idea de internet que se han quedado sin conexión. Eso es lo que Paco y Luis harían creer al técnico, al que conseguirían convencer para no salir de la habitación hasta que les hubiera jodido bien los culos a los dos. La cosa pintaba algo complicada, pero no se daban por vencidos y menos al ver las pintacas de Agustin, tan alto, varonil, guapísimo, con barbita, que les sacaba una cabeza de altura. Menudo chorvo cumple fantasías.
Paco le enseñó dónde tenían el router y hasta dónde necesitaban que llegase el internet porque lo necesitaban para hacer cosas como esas. Sin dejarle tiempo a reaccionar, Paco cogió la mano de su hermanastro y le hizo tocarle el paquete, luego le hizo ponerse de rodillas, se sacó el pollón y le dio de mamar. A Agustin le había quedado claro para qué necesitaban conexión, pero no entendía por qué le estaban enseñando con pelos y señales lo que hacían.
Paco le dio una palmadita ne el culete para que se acercase, para que viese lo bien que la chupaba su hermanito. La verdad era cierto. Menudas boquita tenía el cabrón, presionando con tanta fuerza la polla gorda que se la dejó durísima en cuestión de segundos. Agustin se sacó el rabo, morenito, colgando, encapuchado como una buena morcilla. Casi se arrepiente en el último segundo, al notar la mano de otro tio agarrándosela, pero al sentir el gustito de la boca apresándosela, se le pasaraon los miedos. En un par de segundos un buen roble duro y gordo crecía del exuberante matorral que formaban sus pelazos negros en la base de la polla.
Le confesaron que no se había ido internet, que seguía funcionando, que todo eso se estaba grandando en directo y que podrían repartirse a pachas las ganancias. Solo tenía que seguir el juego y agacharse él también a chupar verga. Agustin no era muy dado a alabar a los hombres en los vestuarios después del gym, pero sabía reconocer dónde había buen material y al menos uno de los dos hermanos la tenía tan grande y gorda comom la suya a pesar de ser mucho más bajito.
Fue la de Paco la primera que se metió en la boca. No sabía cómo hacerlo, pero siguió su instinto. Era como estar comiéndose su propio rabo pero pringado con babas de otro tio. No contaba con que Luis se acercara a él y entre los dos le comieran el cipotón a Paco a base de lengüetazos y besos, tampoco con que tuviera unas tragaderas tan grandes. Paco le agarró la cabeza y se la metió hasta hundirla en el fondo de su garganta.
Se lo llevaron de vuelta a la habitación y se quedaron desnudos. Luis le estaba buscando constantemente y Agustin sabía que terminaría trincándole el culo como un pavo. Le tumbaron sobre la cama y Paco siguió dándole rabo por la boca mientras Luis le comía la suya y subía para besar a Agustin a la vez que se miraban fijamente y se comían la polla entre sus dos bocas. Paco se dio cuenta de las ganas que tenía su hermanito de ser follado por ese chulazo y Agustin también comenzó a sentir una creciente necesidad de empalarlo con su dote, así que Paco hizo de mamporrero.
Dejó que los dos cerdearan abrazados y desnudos cuerpo a cuerpo, izó el mástil de Agustin, se lo chupó y lo condujo hacia el interior del agujerito. Cuando Agustin sacó la polla después de blandir ese culazo estrecho y blandito varias veces, tenía el miembro descomunal, colgando, con el capullo rojizo a punto de reventar. Solo Paco supo entender lo que se sentía al follarse a su hermanastro, pues lo hacía todas las noches.
Parecía que el técnico de internet no se había percatado de ello, porque hizo igual de mamporrero para él, relamiendo la raja y el culete de Luis y también su polla para que pudiera metérsela bien. Muentras follaban, Agustin se puso por detrás y emepezó a lamerles los culos y los huevos. Entre sus planes entraba acabar llevándole a la cama, pero no que se volviera tan loco como para acabar haciendo ciertas cerdadas.
Pidió a Paco que se la metiera a pelo. Quería sentir esa polla de igual a igual, el gusto que sentían otros maromos cuando él les zumbaba. No tuvo que repetirlo dos veces. Tener al técnico a cuatro patas en la cama, con su culo delgadito y peludo dispuiesto a ser follado era una fantasía. Paco se dio cuenta de que era virgen cuando le plantó el cipote en el agujero e intentó penetrarle.
No tragaba el cabrón, lo tenía bien cerrado, así que se subió a la cama, arropó el culazo entre sus muslos y hundió su enorme y gordo pene dentro de su ano hasta desvirgarle. Como regalo a su osadía, aunque durara apenas un minuto, los hermanitos le comieron la polla y entre Paco y él hicieron un bocata de jamón con chorizo a Luis, uno encima y otro debajo, penetrándole sin condón a doble polla.
Durante la doble penetración, Luis y Agustin, que estaban abrazados frente a frente, tuvieron tiempo de intimar más. Les dejó a solas y se retiró sin dejar de mirar cóm su hermano cabalgaba sobre esa nueva polla y se corría encima del torso de Agustin. Regresó a la acción para hacerse retarse mano a mano con Agustin, los dos pajeándose duro sobre la cara de su hermanastro.
Hasta tuvieron la poca decencia de preguntarse si quería leche antes de soltarle una buena descarga de vitaminas en toda la jeta. Paco fue el primero en soltarlo todo, dejándole unos buenos chorrazos calientes y espesos en el pelo, la frente, los párpados, taponándole las fosas nasales y las mejillas. Agustin remató la jugada soltando dos disparos de ciego sin saber dónde, primero lanzando un buen trallazo hacia las sábanas y otro hacia el muslo de su rival. A la tercera fue la vencida y acertó de pleno en la cara de Luis. Menudo pito lanzador, ciego de gusto lanzando tiros a diestro y siniestro, incapaz de controlar el gustazo de la corrida. Se apretujó el pollón y lo zarandeó hasta sacarse la última gota mientras observaba cómo le habían dejado la carita al hermanito, que disfrutaba como un cerdete cubierto de lefa.