A estas alturas seguro que nadie se sorprenderá, pero yo aviso por si acaso, que no todas las relacciones de amistad entre dos hombres consisten en salir de copas hasta las tantas, que también hay otras que crean su pequeño ecosistema apartado del mundo y se permiten ir más allá, sin llegar a hacer lo que hace una pareja, pero sí tomándose ciertas licencias que no estarían bien vistas en cuando a definición de “amistad” se refiere.
Lucas Costa permite a su amigo quedarse a dormir la siesta, por ejemplo, pero no una siesta normal en el sentido que viene a significar, sino que los dos se quedan cómodamente en el sofá con el torso desnudo, Lucas deja que Rafa Marco apoye la cabeza en su pierna usándola como almohada y si de repente a Lucas le pica el nabo, se pone hiper mega cachondo y necesita una boca que le coma toda la polla, pues ahí está Rafa para sacarle la picha morcillona y comer a gusto mientras Lucas se pone a preparar la cocina abriéndole le ojete.
Y si fuera sólo chupar y meter, ahí acabaría la cosa, pero lo de estos dos va algo más allá, de hecho se han autodenominado ellos mismos como “amigos cerdos“, porque les mola el cerdeo total, por ejemplo pegarse una lamida de pies y que ese mismo pie vaya directo a penetrar el culo, lo que se llama un “ojetepie“, aunque el mote que ellos mismos se han puesto, viene más a cuento por la forma que tienen de correrse, a lechazos y como auténticos guarros, ahí con el cuerpo convulsionándose como un par de locos mientras les sale leche por la punta la polla.
