El chico de la cara guapa, de la dulce sonrisa, pequeñito pero con una grandísima polla, tan gorda como un brazo, el que nunca envejece, el eterno chavalín follador, Brent Everett es para comérselo a ritmo lento y sin descanso. Muchos ilusionistas intentan colarse en las personas, dentro de sus mentes, sorprender descubriendo sus pensamientos, obligarles a hacer aquello que nunca harían con un simple chasqueo de dedos y que al despertar no recuerden nada. Pero ser ilusionista no es la única manera de entrar dentro de otra persona.
Massimo Piano sabe perfectamente que hay una manera mejor de penetrar en la mente de otro y esa manera pasa por abrir de par en par el culete, acicalar el ojete y sentir cómo el pene de un hombre te entra tan profundo que desees que nunca más salga de ahí, aunque al principio duela que otro se cuele en tus pensamientos. Con lo bonito que es compartir recuerdos, cabalgar juntos sobre la cama y gozar de una pollaza y culo que enamoran. ¿Quién quiere entrar dentro de Everett? Yo sí, ya mismo.
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