Hasta ahora la cabaña había conocido a cinco chicos que se tomaban más el sexo como si fueran chavales en una fraternidad a falta de agujeros donde meter rabo y como curiosidad por otros hombres, pero el segundo grupo está lleno de insaciables que se dedican a mamar y follar como locos y cuyo único propósito parece ser el de frotar pollas, ya sea con el culo o con la boca, hasta beber la leche que les salga por los cojones. Nada de caricias y preliminares, directamente a la acción y cuanto más duro mejor.
DÍA 7
Después de una mamadita bajo la lluvia, Porter y Atticus pasan dentro del recibidor de la cabaña donde encuentran a Brendan. Atticus no puede resistirse a tener dos machos así sentados, así que les saca los rabos estando sentados y se las chupa por turnos. El hacerlo sabe que va a tener una consecuencia inmediata, es lo que tiene ser un calienta pollas, que al final termina con el ojete reventado por uno y por otro, los dos a cada lado del sofá, ayudándose como colegas para que la polla entre cada vez mejor y compartiendo el dulce ojete enfilando sus pollas, disfrutando del calorcito y ajustándose al diámetro que ya ha abierto el otro. Sin querer con la tontería y al tener tan cerca culos y rabos, Atticus no es el único que va a tener el culo taladradito.
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