A ver, imaginad que ahora mismo vais a cualquier parte del mundo, por ejemplo a Austin, en Texas, allí paseando por la ciudad conocéis a un chaval guapito y le proponéis hacer una sesión de fotos y algo más, pero aparte, una vez conocéis a su compañero, le preguntáis si no le importaría tirárselo para grabarlo. Pues esto es lo que ha hecho Bentley Race, coger a cualquier pareja de compañeros de piso de cualquier parte del mundo, que no están para nada habituados al porno gay y jamás han rodado una escena de sexo y proponerles que follen, además a pelo.
El hecho de compartir piso seguro les ha llevado a compartir muchas experiencias a Chris Finch y a Brian York, ver las tremperas mañaneras el uno del otro, pillarse haciéndose una pajilla, escuchar los gemidos del otro cuando ha traído a alguien y se lo está follando. Viéndoles tan entregados, a buen recaudo no es la primera vez que lo hacen. El pelirrojo Brian no para de buscar a Chris y abrirse de piernas ante él para que se la cuele enseguida y le dé calorcito al agujero y Chris sin la gorrita y con su pelo corto y desordenado parece de estos malotes folladores que me encantan. Le gusta ir a saco penetrando a fondo y acercarse mucho a su víctima para sentir los gemidos cara a cara.