Era una de las fantasías de Angel Cruz, al que pronto veremos también en una escena para una conocida productora francesa, compartir escena con los musculosos chulazos Joey D y Johnny V, sentir el calor de esos cuerpazos cerca del suyo mientras meten rabo, poder tocarles y poder comprobar de primera mano que esos músculos son reales y que son tan guapos como parece frente a las cámaras.
Para Cory Prince seguramente también sea una fantasía hecha realidad y es que el chavalín, el más pequeño de los cuatro, termina siendo el juguete de todos, con el culo hinchado de pollas que no dejan de penetrarle y con el semen de todos esos machos correteando por su torso calentito. Calentita es como empieza la cosa, con unos besos para empalmar los rabos que continúan con una follada a dobles de cada oveja con su pareja.
No han sido tontos Joey y Johnny al elegir. Se han buscado a chavales con una constitución física más definida, no tan musculosos, para marcar la diferencia que nos pone cerdos y es que ver a un tiarrón empotrando a un chico delgadito, mirando como una polla larga y gorda penetra un ojete imposible, a quién no le pone cerdaco perdío.
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