Ansío el momento en el que el hetero búlgaro David Ivan decida, por lo menos, hacerse unas pajillas con otro tio. Ver otra mano arropando entre los dedos su bestial y gorda polla que es como una tercera pierna que cae por su propio peso. Nos enamoró de primeras con su torso, su espalda y ese culazo respingón que tan bien sabe mover follando coños y después nos dejó pasar con él a las duchas.
Ahora toca rato sofá de pajote rápido con un fleshjack. Pudimos ver la polla entre sus manos, pero para apreciar su capacidad de follar culos, nada mejor como ver qué tal penetra dentro de un espacio estrecho. Espero que no sea esto lo más cerca que estemos de mirarle dar por culo, porque con lo bien que se menea en la cama y la fuerza con la que la arrastra dentro del hueco, entran ganas de ir a por él y hacer que sea nuestro macho activo de por vida.
Eso por no hablar del lujo que sería montarle, cabalgar sobre esa polla y agarrarse a esos pectorales suaves y fuertes, dejando deslizar de vez en cuando las manos por sus espectaculares abdominales, cuando se calme la cosa y vaya a trote lento.