En cuanto le tuvieron desnudo sobre la cama, aquellos dos tios que Aaden Stark había conocido estando de fiesta, se comportaron como unos auténticos cabrones. Manuel Skye y Damon Heart no paraban de rebozarse sobre su cuerpo, entre ellos se daban de comer rabo y a él, no sabe todavía muy bien cómo, le mantuvieron toda la noche con las piernas abiertas.
Recuerda que Damon le hizo hasta la carretilla, ya ves tú, que no jugaba a eso desde el patio del colegio. Quién le iba a decir que se la iban a volver a hacer, pero esta vez mientras él se dedicaba a comerse un buen rabo y otro tio le metía la lengua por el culo.
Los juegos infantiles dejaron de serlo a medida que zorreaban cada vez más en la cama entre los tres. Esos dos machos se convirtieron en mamporreros uno del otro para que la polla entrase por el ojete de Aaden rellenándoselo enterito y es que “un tio guapo como tú se merece estas cacho pollas a pelo“, le decían. Uno le dejó todo el amor sobre el culo y la base de los huevos. Manuel les volvió a llevar a la infancia y decidió darles el biberón. Y ese, igual que el otro, estaba bien rico.
